Esa persona en la que confías, esa persona a la que le tienes cariño, aprecio.
Esa amiga en la que puedes confiar, en la que te puedes apoyar.
Esa amiga que sabes que nunca te defraudará y que podrás contar con ella para lo que sea.
Pero entonces, cuando menos te lo esperas, te da una puñalada.
Una puñalada de dolor,de rabia y tristeza que te hunde y te hace débil.
Y no puedes evitar, soltar hacia el exterior esa tristeza, esa rabia.
Y aun sabiendo lo hundida que estás, quiere que todo vuelva a ser igual,
sin diferencia alguna, como si nada hubiera ocurrido.
Pero tú no puedes necesitas tiempo para curar esas heridas.
Heridas casi imborrables.
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